En la última edición de Secretos de Belleza de Vogue, la cantante y actriz, Belinda, transmite serenidad a través de sus palabras. Es alentador saber que ya no se trata de una tendencia, ahora es una realidad el hecho de que el atractivo exterior comienza desde dentro, con el bienestar emocional.
Como le ocurrió a muchas y muchos colegas de su industria, 2020 fue un año de pausa para la intérprete de ‘Bella traición’, un tiempo que trajo sus respectivos obstáculos y pérdidas. Compartió en Instagram el fallecimiento de su abuela, Juana Moreno, a quien hoy confiesa como la mujer más poderosa que conoció. A ella le dedicó su más reciente proyecto, la serie española, ‘Bienvenidos al Edén’, que marca su regreso a la actuación y su incursión en plataformas de streaming.
Podría pensarse que la pérdida de un ser querido es un punto de inflexión en la vida de cualquier ser humano, sin embargo, Belinda cuenta entre risas que todos los días son ‘puntos de quiebre’ para ella. Se considera una mujer en constante evolución y movimiento.
Muy a la Nina Simone, la cantante revela que, para ella, la libertad consiste en ‘no tener miedo’ y concluye la conversación con un mensaje de esperanza que, en medio de tiempos en los que parece que el final del hiato que vivimos está muy cerca, y a la vez muy lejos, suena reconfortante.
¿Cómo logras el bienestar emocional con las expectativas que se tienen sobre ti?
Creo que cada uno tiene expectativas diferentes de lo que soy yo. Por supuesto que para mi familia espero poder ser la mejor versión de mí, el mejor ser humano posible, lo más empática con ellos y obviamente con la gente en general. Pero en cuanto a los medios o la gente que no me conoce, haga lo que haga yo como artista o como persona, siempre van a encontrar un ‘pero’, entonces mientras yo sepa lo que está bien y lo que está mal, me quedo tranquila y eso me da paz. No pienso mucho en ‘voy a hacer esto porque le va a gustar al público’.
No, hago lo que me nace, lo que yo quiero y al final del día si el público me quiere quien soy, me van a seguir, van a seguir mi contenido, mis historias, mis canciones o mis actuaciones o lo que sea. Si solamente tienen cosas malas que decir, ni presto atención, porque esas personas siempre van a decir algo negativo, aunque yo haga algo bueno o positivo. (Me dejo llevar) por lo que yo siento, o lo que yo quiero; y lo que mi familia y mis seres queridos me dicen; los que sé que me quieren por el ser humano que soy.
Aprendí a valorar las cosas más sencillas de la vida, a valorar el estar respirando, el estar sano, el estar con mi familia, el tener a mis seres queridos a mi lado. En esta pandemia perdí a mi abuelita que ha sido la pérdida más grande que he tenido hasta ahora. He aprendido a valorar el simple hecho de estar vivo, a veces nos preocupamos por tantas tonterías que dejamos de valorar y de ver las cosas positivas, de sonreír, de disfrutar y de agradecer. Creo que mientras uno sea agradecido con la vida, por lo que tiene y no estés pensando en lo que tienen los demás, sino simplemente disfrutar de una buena comida, disfrutar de una buena siesta, disfrutar de una copa de vino, disfrutar de la compañía o de tu misma soledad.
Leer nota original en VOGUE