Entre protagonizar Cinderella, presentaciones en vivo y un nuevo álbum, parecería que todo ha regresado a la normalidad para Camila Cabello. Pero, hay una diferencia: antes de la pandemia su trabajo la dejaba sintiéndose exhausta, ansiosa e insegura. Ahora, ha encontrado una forma de ser una estrella pop bajo sus propios términos, desde su música hasta la relación con su cuerpo, ha caído en su lugar.

 

A mediados de septiembre, Camila Cabello se sentía exhausta. Durante un lapso de tres días se había presentado en los MTV Video Music Awards, asistido al Met Gala con su novio Shawn Mendes y modelado para la primera portada global de la revista Glamour. Entonces, cuando finalmente regresó a casa en Miami, descansar no era solamente algo que quería hacer, era absolutamente necesario.

 

Pero los ensayos para el festival de Nueva York Global Citizen se aproximaban. Antes de regresar por completo a ser una estrella pop, Cabello se puso un bikini amarillo y se dirigió a la playa para pasar dos horas de descanso ininterrumpido. Se recostó en una silla y abrió un libro, su pasatiempo favorito.

 

El aire salado la envolvía y las olas rompían a la distancia. Es por esto que vive en Miami, su hogar, en lugar de un sitio dedicado al mundo del entretenimiento como Los Ángeles: aquí hay más privacidad.

 

O al menos eso pensaba. De alguna manera los paparazzi encontraron en dónde estaba durante esos 120 minutos. Al principió ella no los vio, pero estaban ahí, tomándole fotos.

 

Cabello ha desarrollado métodos para lidiar con situaciones invasivas. Ha tenido que hacerlo. La mujer de 24 años (que nació en Cuba, pero creció en Miami) ha estado en el ojo público desde el 2012, cuando compitió en “The X-Factor”.

 

Audicionó como solista pero luego la agruparon con otras 4 chicas para formar el grupo pop Fifth Harmony. El grupo lanzó dos álbumes antes de que Cabello se embarcara en su propia aventura y alcanzara la fama. Sus éxitos “Havana” y “Señorita” (con Mendes) estuvieron en la cima de las listas de popularidad a nivel mundial.

 

Camila Cabello ha obtenido tres nominaciones a los Grammy, se ha convertido en representante de una gran firma de belleza y ha probado su suerte no sólo en el mundo de la actuación, protagonizando una película: una nueva versión de “Cinderella” en Amazon Prime. Y además su tercer álbum de estudio “Familia”, saldrá a finales de este año.

 

Dos álbumes bajo su autoría le dan a Cabello la libertad de hacer las cosas a su manera. Ahora siempre tiene un día libre a la semana, como mínimo, y cuando llegó el tiempo de empezar a trabajar en “familia”, dejó de lado el estándar de “fábrica de música pop” por un acercamiento mucho más íntimo. El nuevo álbum fue hecho con un grupo pequeño de colaboradores en quienes podía confiar. Si Camila se sentía ansiosa o nerviosa en una sesión, tenía el espacio para hablarlo. Como resultado, comenta, es su mejor trabajo hasta ahora.

 

“Es lo más centrada y calmada que he estado al hacer un álbum”, nos platica. “Trabajé con gente con la que quería cenar y fue como: No voy a escribir todos los días durante meses, pero voy a escribir algunos días a la semana y tener tiempo para vivir experiencias y ser un ser humano”

 

Shawn Mendes comparte los mismos pensamientos que Cabello: “Camila y yo nos damos una cantidad extrema de paciencia y entendimiento”. “Creo que la verdad es que cuando estás luchando con tu salud mental, algunas veces te conviertes en una versión de ti mismo que no te gusta ser. Pero amar y respetar a tu persona favorita a través de eso y estar ahí para ella, es algo que te cambia la vida. Nos damos muchísimo espacio, entendimiento y paciencia”, confesó.

 

Una historia detrás de cámaras en los VMAs ilustra esto perfectamente. Cuando Cabello estaba nerviosa por conocer a gente nueva en una fiesta después del evento, se encontró a sí misma apoyándose en un hábito que está tratando de romper y nos dimos cuenta que Mendes estuvo ahí para ayudarla.

 

“Tengo este patrón de comer mucho cuando estoy ansiosa o incómoda. Es una cosa de alivio para mí. Me hago inconsciente y como mucho, como zombie, y luego me siento enferma. Le he contado a Shawn sobre esto. Entonces, en la fiesta de los VMAs, le dije como: Lo estoy haciendo y él dijo: está bien. Lo estás haciendo. Está bien. Vamos a respirar. Para mí es muy bueno poder hablar sobre mis patrones con alguien”, explicó la intérprete de origen cubano.

No son sólo los paparazzi los que disparan estos momentos de inseguridad personal. Camila nos cuenta sobre una vez que estaba haciendo ejercicio con su entrenadora, Jenna Willis (quien ella dice que es genial) y se sentía insegura. “Ella es de mi misma estatura y yo me estaba comparando con ella porque es mucho más delgada que yo”, recuerda. “Fue como: sí, pero ¿he estado haciendo ejercicio y me veo mejor verdad?, ¿me veo mejor verdad?”

 

Fue Willis quien ayudó a silenciar todas esas voces en la cabeza de la cantante, recordándole que cómo se siente es más importante que las apariencias, que la vida se trata de balance y de disfrutar de la comida. Estas son filosofías de salud que todos hemos escuchado, pero cuando eres Camila Cabello y millones de personas están hablando mal sobre tus fotos en la playa, es difícil cancelar el ruido. Ahora, cuando se siente mal consigo misma, apaga su teléfono y sale.

 

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